El diseño como estrategia de negocio.
Cuando hablamos del segmento silver ¿en quién pensamos? ¿Para quién diseñamos?
Desde hace unos pocos años en España se habla de la Silver Economy o economía de las canas, como un motor importante, como una oportunidad de negocio, pero todavía no ha despegado pese a que es innegable su potencial. Si miramos los datos demográficos, económicos, de consumo y tendencias, no parece que haya otro sector más interesante. ¿Qué es lo que pasa entonces? ¿Qué necesitamos?
El diseño es un elemento estratégico para entender y satisfacer las necesidades de los clientes y usuarios en una época de grandes retos para las empresas. De esta forma, el diseño se convierte en una palanca para acelerar la innovación tecnológica dentro de la organización y hacer frente a los cambios externos. Solo las empresas que ofrezcan a los usuarios mejores formas de interactuar con sus decisiones diarias y su dinero en el futuro, sobrevivirán. Y para ello necesitamos no sólo cambiar lo que ofrecemos a los clientes, sino la manera en la que lo creamos.
Crear oportunidades, atender las necesidades de las personas y solucionar sus problemas son los principios que guían el trabajo de un diseñador.
La misión es encontrar el equilibrio entre la viabilidad de la producción, de la tecnología que se aplica y el propósito del negocio con un verdadero conocimiento de los deseos de los consumidores. Esto parece muy básico y muy lógico, pero muchísimas veces se pierde el foco.
Para las empresas que quieran trabajar en la Silver Economy es fundamental que incorporen el diseño en su estrategia de negocio, como una manera de desarrollar una visión innovadora, diferente y diferenciada de la competencia. La mejor manera de prever e inventar escenarios, es una nueva manera de observar el mundo, y la manera más eficiente, de afrontar el mercado y sus cambios. Y cuanto más turbulento es el escenario, como el que estamos viviendo ahora, mejor funciona la gestión estratégica del diseño y más sentido tiene.
Pensar y diseñar nuevos productos y servicios, sin contar con la voz de los protagonistas es dar palos de ciego. Creer que con nuestra empatía es suficiente nos lleva al error, y a crear soluciones que nuestros usuarios no reconocen como propias y por lo tanto, no consumen.
Tenemos por delante una gran oportunidad. Tenemos grandes retos. Observemos con una nueva mirada. Será la única manera de ofrecer algo diferente.
Idoia García de Cortázar